Con nuestra Jornada Solidaria empezamos a celebrar una vez más a Santa María Micaela, como fuente e inspiración del carisma que hizo posible el colegio, donde crecemos.
El 4 de marzo conmemoraremos que en el año 1934, la fundadora de las Adoratrices, fue canonizada. Entonces, la Iglesia reconoció que esta mujer valiente y generosa es santa y ha vivido, de manera extraordinaria, las obras de misericordia.
Todos nosotros, niños, jóvenes y adultos, estamos invitados a vivir con intensidad durante todo el Año Jubilar las Obras de Misericordia espirituales y corporales, y en estos minutos de oración, nos fijaremos en la Santa para aprender de ella como hacer vida este reto.
RECETA DE MISERICORDIA:
Como si de un masterchef se tratara, vamos a dar los ingredientes de una receta para ser personas de MISERICORDIA:
1. Señor, necesitamos sal. La pizca de sal que nos dé corazones audaces, capaces de saborear las necesidades del prójimo. Que como Santa María Micaela, cuando se encontró con la «chica del chal», también nosotros nos dejemos sorprender por el dolor y la pobreza de quienes nos rodean. QUEREMOS, SEÑOR, CON TU SAL, DAR DE COMER AL HAMBRIENTO, DAR DE BEBER AL SEDIENTO Y VESTIR AL DESNUDO.
2. Señor, nos hace falta aceite. Es buena para suavizar las heridas, para no quedarnos quietos y pasivos. Que como Santa María Micaela, cuando abrió la primera casa para acoger a jóvenes que salían del hospital, también nosotros seamos capaces de participar en iniciativas que hagan un mundo más justo. QUEREMOS, SEÑOR, CON TU ACEITE, ACOGER AL PEREGRINO, VISITAR AL ENFERMO, VISTAR AL PRESO…
3. Señor, que a nuestra receta no le falte un vaso del vino de la alegría. Alegría, para dar el corazón sin reservas, sin miedo. Que como Santa María Micaela, cuando apostó su vida para rehacer la historia de las jóvenes explotadas, solas y desamparadas; también nosotros nos compliquemos nuestro día a día desde tu Misericordia. QUEREMOS SEÑOR, CON EL VINO DE LA ALEGRÍA, ENSEÑAR AL QUE NO SABE, DAR BUEN CONSEJO AL QUE LO NECESITA, CORREGIR AL QUE SE EQUIVOCA…
4. Por último, Señor, no puede faltarnos un poco de harina, que dé consistencia a la receta. Que como Santa María Micaela, cuando tuvo paciencia y tesón para seguir adelante con tu voluntad, nosotros encontremos en el Sagrario, la fuerza parar no rendirnos ante las dificultades. QUEREMOS SEÑOR, CON LA HARINA DE LA ORACIÓN, REZAR POR TODOS, VIVOS Y DIFUNTOS, PERDONAR AL QUE NOS OFENDE Y SOPORTAR CON PACIENCIA LOS DEFECTOS DEL PRÓJIMO.
Terminamos nuestra oración rezando juntos un Padrenuestro y cantando una canción dedicada a la Santa «Por amor»
Continuamos la mañana con la apertura de las actividades, la cantina y el mercadillo.
Os dejamos algunas fotos para que podáis disfrutar con nosotros de esta jornada
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