En medio de las fiestas de la Pascua de Resurrección, nos reunimos los pasados 31 de abril y 1 de mayo para celebrar la Primera Comunión de cuarenta y cuatro de nuestros alumnos. Entre los que se encontraban los hijos y nietos de varias compañeras.
Han tenido su primer encuentro con Jesús Sacramentado en unas celebraciones oficiadas por el Padre Franciscano Emilio Martínez Torres. En la homilía ha entablado un diálogo con los niños para, recordar el mensaje del evangelio, en el que se nos dice que debemos estar unidos a Jesús como están los sarmientos a la vid….También les dijo que ese Jesús eucaristía del que estaba enamorada la fundadora de nuestro Colegio, Santa M.ª Micaela y que es el mejor ejemplo de Amor a Dios y al prójimo que podemos encontrar nos acompañará siempre que no sea nuestra primera y última comunión.
Por eso, dirigiéndose a los padres, les recordaron que ayuden a sus hijos a continuar su crecimiento espiritual, para que la semilla que ha sido sembrada en sus corazones crezca y de mucho fruto. Para ello no deben olvidar el continuar asistiendo las eucaristías dominicales.
Nuestros pequeños han participado con soltura en las celebraciones, a pesar de los nervios y les damos «matrícula de honor»…A pesar de que la Capilla estaba a rebosar de familiares y amigos de los neocomulgantes, hay que agradecer el clima de silencio que ha reinado a lo largo de todas las eucaristías.
Con estas líneas queremos agradecer a profesores y catequistas, que durante estos dos años de preparación han estado acompañándolos. Un agradecimiento especial se merece nuestro coro ya que, como ha dicho el Padre Emilio, ha contribuido con sus cantos a que las celebraciones tuvieran un alto nivel.
Queridos niños: Hoy os habéis vinculado más a la familia de Jesús y esperamos que el día de vuestra Primera Comunión no sea solo un bonito recuerdo, sino que sea la primera de muchas. Como dijeron vuestros padres en la acción de gracias contáis con su ayuda y la de nuestro amigo Jesús. Él nos espera en el sagrario…y cada domingo en la eucaristía.
Este camino de dos años no se podía terminar sin más el día de la Primera Comunión, por eso el miércoles siguiente hemos tenido una tarde para despedirnos de las catequistas que los han acompañado durante este tiempo y compartir un rato de fiesta.
Queridos niños: Os deseamos toda la felicidad del mundo.