Después de una noche movidita, los alumnos han comenzado el día recargando pilas en el desayuno.
Tras esto, han pasado a la supervisión de habitaciones donde han dado debida cuenta del orden y limpieza de sus enseres.
Una vez demostrado lo que le enseñáis en casa, hemos ido a la playa a realizar un campeonato de castillos de arena. No serán buenos arquitectos en un futuro pero sí han sido capaces de inventar una historia en inglés sobre su castillo.
De vuelta al albergue, ducha y comida: ensalada de bocas, espaguetis boloñesa y flan.
Ahora mismo «descansan» en sus habitaciones mientras esperamos que empiecen las actividades náuticas de la tarde.